… El Butano. Tengo que hacer lo del Butano hoy, sin falta… 1
Hoy sólo quería comentar unas fotos que he hecho con el móvil. Mirad la primera:
Bertín Osborne ha montado un negocio de caldos, aceites y no sé qué más fluidos conservadores 2. En el supermercado de El Corte Inglés lo anuncian de buena gana. Hoy mismo han pinchado una locución atronadora —jamás había oído una voz tan nítida— en la que Bertín anunciaba el tinglado de los aceites. “¡Colza —decía el muy loco—, comprad mi aceite de colza! ¡Comprad esta mamarrachada que os propongo!”… No, no, es broma. En realidad sólo me interesa este muñón:
La siguiente foto está borrosa. Tenía miedo de que me confiscaran el móvil, no sería la primera vez que me llaman la atención por hacer fotos en un supermercado.
Lindt 3 y las miradas al sesgo. Es una apuesta muy valiente, reconoceréis que estos artesanos hacen el imbécil. Obsesionados con mirar el chocolate cuando ya es tarde:
Lindt lo sabe, estoy seguro, pero el ridículo de los chocolateros no es nada en comparación con la fuerza comercial de las imágenes. ¡Enhorabuena, Lindt! ¡Os deseo muchos años de miradas que rozan la red!
Y por último, una poética (también en El Corte Inglés):
Así la he plasmado:
Bien, hasta aquí el comentario de las fotos. Notad que lo gordo está en los pies, no en el texto principal. Me ha quedado una vieja con trombosis. Fijaos también en que apenas he comentado nada de la última foto; basta con el dibujo, ¿no? En todo caso añadiría que “con flechas de crema uno gana la batalla de rechupete”.
1 ¿Sabéis esos prólogos muy breves, como pesadillescos? Yo qué sé, un joven corre desesperado, de noche, atravesando zarzas y jadeando de más —hay como un jadeo mental—; entonces cortan y dan paso a la trama propiamente dicha, algo que no tiene nada que ver con el chico, incluso directamente enchufan el medievo, ¡pam! Aunque el tío de las zarzas fuese un joven contemporáneo, ¿eh? No importa, ellos te proponen cotidianías medievales. Gente llevando un palo sobre los hombros y dos cubos colgando en los extremos, gallinas que se cruzan por delante, caballos que pasan… Smooth Passport, así llaman los guionistas a estas escenas. Bueno, el hecho es que al final todo cuadra y resulta que al joven del prólogo lo perseguía un vampiro originario del medievo, en fin, la película tiene varios flashbacks… Pero al principio dices ¿qué le pasa a este tío, por qué corre?, ¿y ahora qué pinta el pueblo medieval?, ¡me he perdido, no entiendo nada! Pues ese es el efecto que he buscado con la frase inicial sobre el Butano, ¿sabéis? Una breve marea preconsciente, un ritornelo de pesadilla antes del texto oficial. Pues eso; de nada, ¿eh? Digo que ya me daréis las gracias por el detalle de la frase y el pie de página… (Se pica sin motivo.)
2 La jugada de “El Rincón de…”. La aldea Fraggle de las esencias individuales. El sitio donde cada sujeto se enquista y produce una mierda única. De hecho, en la foto, la tipografía de “El Rincón de” es un encabezado grave, casi militar; pero el nombre aparece pizpireto, como escrito a mano por Bertín. ¡Ahí está Bertín en su subcueva! Seguro que en ella ha elaborado algo SAGRADO… Bertín sonríe en su esquinita y nos ofrece excrementos, ¡joder, al menos ofrece algo! Mucho peor sería ir al rincón y descubrir que Bertín no ha hecho nada, que ni siquiera ha cagado, y nos espera con las manos vacías… “Este es mi rincón, confío en que aquí me reconoceréis mejor que en el mundo exterior; pero no me he currado nada, no quiero distraeros con un objeto”… ¡Qué desastre, Bertín! ¡No has entendido nada de la lógica de los rincones! ¿Qué has hecho todas esas horas en tu rincón? ¿Esperarnos? ¡Menudo imbécil!
3 Si os fijáis, el nombre Lindt ya presenta cierto escorzo fonético, la lengua tiene que estar muy fina durante ese “ndt” final. Esos archivos comprimidos te pillan a traición.