El Butano Popular

Librepensamiento y explicaciones

Wallpaper*

Jorge de Cascante Hace tiempo que vengo al taller y no sé a lo que vengo— 02-10-2012

Estoy en contra de la avaricia pero me dejo arrastrar por ella sin problema. Cuando me dijeron lo del premio sólo podía pensar en los euros, lo demás me daba igual. ¿Te piensas que ando corto de pelas? Y una mierda para ti. Lo que pasa es que me gusta tener cada día más dinero. Te informo de que la contradicción es el centro mismo del ser humano y yo me considero ser humano y hasta español. (…) Me avisaron estando yo en Santander, me lo dijo mi asistente, que es negro. “Has ganado, Balaguer”, me dijo. Yo estaba sentado en un sofá de mimbre tomándome un poleo menta rodeado de gente pero un poco a mi rollo gracias a Dios. El primer whatsapp me lo puso Ana Laura, que se enteró por internet: “enhorabuena marikón”, ¡menuda es! (…) ¿Oye?, ¿Luiso?, que te llamo luego, que me están haciendo unas entrevistas, dispénsame, ¿vas el viernes a lo de las arquitecturas efímeras? (…) Menudo fistro de sitio que me habéis buscado, chicos, esto ni es un hotel ni es nada. (…) ¿El premio? La figurita, dices. Tengo que buscarle un rincón por casa, de momento la tengo en el armario de los juegos de mesa encima de la caja de “La fuga de Colditz”, nunca me canso de verla. Es un premio que justifica toda una carrera, no es cualquier cosa. Es un premio muy merecido. No tengo palabras. (…) Yo lo que pienso es que si mis obras no fuesen mías y diera con ellas querría saber más de su autor, querría vivir en su cabeza. Y esto está claro que mala señal no es.

¿El estado del arte de por aquí? Lo veo bien de salud. Está bien, ¿no?, muy fresco. Pero claro, “arte”… no sé, ¿no?, el término flota del todo hueco de contenido desde hace como cien años pero sé lo que quieres decir cuando dices “arte”, yo entiendo el circo de las entrevistas, es tu trabajo, pobre, haces lo que puedes. (…) Como yo siempre digo, lo mejor del arte ahora mismo son las cenas. El año pasado al salir de una cena en Barcelona nos encontramos a un niño al parecer brasileño cerca del pabellón de Mies van der Rohe, una cosa monísima, hecho un ovillo en el suelo, rodeado de pises; desde entonces no se separa de nosotros. Antes y después de una buena cena te puede pasar de todo. (…) Que yo me deje ver en compañía de mi asistente de color negrito y de un niño de nueve años no es ningún crimen. Roberto es más que un niño, ¡es un gran cocinero! Además, qué coño: la esclavitud es tendencia, basta con asomarse por la ventana y echar un ojo a esos entes que se dice que son personas que van por la calle con esas caras de camino a esos trabajos que parecen presos en fila india con los grilletes arrastrando la bola de hierro. Si prestaras atención te darías cuenta de que la presencia de estos dos amigos a mi vera implica un comentario sobre la realidad geopolítica bastante más arriesgado del que cualquier Brazo Armado del Poder puede asumir.

Me llamo Balaguer Kiwi, tengo cincuenta y dos años, escribo una columna para Wired. Bajo mi punto de vista la función del creador es desencorsetar la mente del público. (…) Hace tiempo aproveché un pequeño blackout en la escena madrileña para hacerme con los mandos, cambié un poco el paradigma soviet —que ya estaba pasadísimo— y puse patas arriba el tinglao, no sé si me entiendes. (…) ¿Quién es Balaguer Kiwi? Un sanador, un alquimista, un sátrapa. ¿Por qué lleva puesto un sombrero de fieltro? No hay forma de saberlo. (…) Procuro trabajar dentro del sistema económico vigente sin que llegue a ser mi motor. Mi obra no me reporta beneficio económico alguno, el dinero me lo gano con la tienda online de mi página web. (…) Se me podría definir como un Administrador de Talento, una silueta en lo alto de un muro haciendo sonar tal vez una flauta dulce. Décadas administrando talentos ajenos para crear el cuerpo de mi obra. Soy el mejor en lo que hago, literalmente. (…) Robar es fundamental para un artista, trasladar una idea vieja de un contexto a otro la convierte en algo nuevo. No tiene nada que ver pero acabo de recordar que anoche mangué una chocolatina doble “Twix” del mostrador del kiosko que hay debajo de mi casa, es importante para el creador estar en constante movimiento.

Vinimos a Madrid a recoger el premio. Madrid: no tengo palabras. Coincidió que mi ex-amigo Somier Sanchidrián, un curator/cureitor de no te menees, tenía expuesta una serie completa de esculturas mías de los noventa que se llama “Hermosilla por la tarde”, no sé si la conocerás, en su ya célebre Espacio Sanchidrián —lo que es la vida— y aprovechamos para volver a verla, ¡qué recuerdos! La luz incide sobre mis esculturas y poco a poco puedes ver cómo brota el color del material primario, la densidad intelectual del proceso… no sé, muy fuerte y muy bonito. Orgullo de padre. Como yo siempre digo: esculpir es adquirir un compromiso.

Al respecto de mi texto del mes pasado en la Wallpaper* te quiero comentar que no me retracto. Si alguien se ha molestado es porque no es capaz de digerir tanta verdad en tan pocos caracteres. (…) A mí no me ha contado nadie nada, perdona guapa, ya me lo he contado todo yo mismo. (…) Wallpaper* es mi revista preferida. Muchos conocidos míos piensan que es un poco lo peor pero esto se debe a que no se enteran de nada, están atrapados en el ritornelo. Mira, tengo aquí el último número, atención a los artículos en portada: Macaroon Parisino versus Delicias de Pistaccio, “¿el fin de una era?”; John Lautner nos enseña su váter, “es muy buen váter”, dice John; analizamos los quesos que mejor salen en las fotos, Moelleux du Revard (sutil toque cremoso) y Trèfle (de las mejores cabras) posibles ganadores; “Kanye West se come un chorongo entero”. ¿Qué te parece? Madre mía, me encanta Kanye, no da puntada sin hilo. (…) Tengo suerte de haber nacido en el primer mundo porque de haber nacido en el tercero sería pobre. (…) ¿Cómo puede ser mala una revista que te coge de la mano y te lleva de paseo por estas dimensiones desconocidas? Y qué me dices del asterisco del logo, que no conduce ni a una nota al pie ni a ningún lado, un asterisco que es literalmente una puerta abierta a La Nada, el asterisco de la Wallpaper* es el agujero negro de la civilización occidental, me gusta mucho. (…) ¡Roberto!, bájate a los chinos y me subes una cerveza. Y llévate al negro que le dé el aire.

En primavera pasé cuatro semanas en absoluta soledad en El Bierzo, en un pueblo, necesitaba limpiarme. Bueno, “absoluta soledad”… estaban los aldeanos, pero no cuentan. Lo que quiero decir es que no había internet, fue una experiencia increíble. Internet es la gran herramienta comunicacional, entiéndeme. Su impacto sólo es comparable al de la imprenta de Gutenberg, ¿de acuerdo? Pero yo no puedo trabajar con una conexión cerca. He estado muy descontento, muy unfocused… y yo quería estar focused, recuperar la belleza del gesto cotidiano, ¿comprendes? Los habitantes de los pueblos no entienden nada, pero su inocencia purifica. Una mañana les pedí que me sirvieran las tostaditas au beurre con el desayuno y el dueño de la fonda llamó con el smartphone a unos quintos que vinieron y me dieron una paliza que casi me matan. El pueblo entero estaba lleno de espacios de silencio, un silencio como de papel de periódico, de austeridad, no tengo palabras. A nivel creativo me vino muy bien.

¿Qué quieres que te diga? Mi obra es un tránsito. ¿De qué te sirve estar vivo si no estás abriendo nuevos caminos? Soy Balaguer Kiwi, podría morir mañana y mi vida habría sido literalmente mil veces mejor que la del noventa y nueve por ciento de la gente. ¡Y yo quiero ayudar a esa gente!, siento que les debo algo. La humanidad es mi musa, yo te veo a ti y me haces pensar, sentir… somos espejos que se multiplican. Incluso la gente que es un poco así feúcha me sirve. Como yo siempre digo: es importante entrar en contacto con el puchero humano. Yo celebro la vida, para mí estar vivo es un júbilo brutal, yo me bebo la vida, no sé si me sigues. Yo me bebo la vida en copa de balón.

Esto que se comenta acerca de mis subvenciones, que si tengo que devolverlas, que si no me las merezco. No me preocupa. (…) A los “ciudadanos” le gusta quejarse, guardan intactas las ganas de volver a los tiempos de cárcel y picota y agarrados a ellas aguantan el tirón. España quiere tripas. (…) Habitar espacios que no existen tal y como yo lo hago no hay subvención ibérica que me lo cubra. (…) ¿Te sabes el chiste de “mi moto alpina derrapante”? (…) Ayer comimos en una marisquería que tenía en la entrada una pecera con langostas. Dos estaban no sé si peleándose, chocando las tenazas debajo del agua, mirándose como se miran las langostas. Se las señalé al camarero con este dedo que tengo y nos las zampamos entre los tres en menos de veinte minutos, mi ayudante —que es negro— se puso las botas, ¿comprendes? No sé si sabes lo que te digo. (…) Sólo un imbécil valora el qué por encima del cómo. Yo tengo millones de ideas, las ideas no valen un pimiento, yo tengo millones de ideas cada día, todo el rato, cada segundo. Hijo de puta, soy Dios: literalmente.

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