El Butano Popular

Librepensamiento y explicaciones

El artista comprometido

Francisco Nixon Nixon y cócteles— 28-06-2012

Muchas veces hemos escuchado que los tiempos, y en especial los nuestros, necesitan artistas comprometidos. Pero “compromiso” puede significar cosas diferentes. Uno puede rechazar un acercamiento sexual por estar (com)prometido, pero también puede casarse de penalti por encontrarse en una situación “comprometida”. Cuando escucho hablar de compromiso, aunque se sobreentiende que nos referimos al primer sentido, no puedo evitar pensar que hablamos del segundo.

Es decir, el compromiso político no surge (a lo Saint-Simón) tras una deliberación en la que se valoran los diferentes cursos de acción y se elige el mejor (el más justo o el más conveniente), sino que uno actúa como juez en su propia causa y, dependiendo de las circunstancias personales, así serán sus ideas (exactamente lo que dijo Marx).

Otra cuestión es la falta de información. ¿Cómo saber que tenemos razón? Como dijo Alan Greenspan, todos tenemos una ideología que nos ayuda a lidiar con la realidad, pero la cuestión es si esta es acertada o no. Y aquí no juegan cuestiones morales, si no de hecho. Muchas veces, en el curso de una trayectoria vital, nos hemos visto tan “comprometidos” con una ideología, que es imposible que los hechos nos hagan cambiar de opinión. Las pérdidas en términos de “inversión personal” son demasiado grandes para asumirlas.

Vale —dirán algunos—, pero teniendo en cuenta todas las limitaciones que tú quieras, tal y como están las cosas, ¿tu arte no tiene nada que decir sobre el asunto?“ La pregunta es una invitación y un desafío. Y creo que merece una respuesta. Mi respuesta es que yo no soy artista, yo soy un zapatero. Es decir, no pertenezco a las “fuerzas de la cultura” sino a las “fuerzas del trabajo”, por usar las expresiones que acuñó Santiago Carrillo en 1967. Como ciudadano, voto. Como artesano, hago zapatos. Lo que no me gusta es hacer propaganda.

Y es que en temas de moral sólo se puede predicar con el ejemplo. Como el que se casa.

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