El Butano Popular

Librepensamiento y explicaciones

Todo lo sólido se desvanece en el aire

Grace Morales Creaciones Madrid— 03-02-2011

Hace cosa de un año los foros de Internet se pusieron a echar humo a cuenta de un sarao que se inauguraba en las ruinas de los antiguos cines Luna, sitos en la plaza de dicho nombre. Un lugar que hasta hace nada era territorio de concentración de personas al margen de la ley: en sus soportales se guarnecían los vagabundos, se pinchaban los yonquis y se pinchaban, guarnecían y pegaban diversos y coloridos grupos de mutantes. Como la plaza está justo detrás de la Gran Vía, suelo que desde hace unos quince años experimenta un proceso de recuperación inmobiliaria, un grupo empresarial había puesto en ella sus ojos de lentilla ilustrada por el eurodólar, lanzándose a una operación de lavado de cara y reurbanización-reasignación de negocios. De las tribus de desarrapados y drogo-alcohólicos de largo recorrido, enmarcados en un paisaje de pisos antiguos, bares mugrientos, puticlubs de cuarta y oficinas siniestras, habíamos pasado a la construcción de apartamentos caros, bares restaurantes de carta muy elevada y tiendas de productos muy culturales, queremos decir, de ropa y complementos. Los antiguos inquilinos, lógicamente, también debían ser erradicados, y aquí entraba, aunque un poco de refilón, esta iniciativa para atraer nuevos visitantes a la plaza, igual de pintorescos que los anteriores, pero menos problemáticos, y sobre todo, con mayor poder adquisitivo. Los organizadores de estos shows llevaban un espónsor: nada menos que una marca de vodka que daba a los participantes copas gratis, y con este reclamo por encima de todo, y el de la presencia de un grupo de gente semipopular, pues se habían hecho un nombre en las citas de los suplementos del periódico.

Hasta aquí no habría habido ninguna polémica, si la cosa se hubiese reducido a una fiesta de Vodka Absolut acompañada de, qué diría yo, un show de travestís playbackeando, estriptises de coristas y una pinchada de DJs exóticos de estos que posan en las fotos que parece que simulan —pero no— un trastorno mental. El “problema” es que la organización, mientras servía las copas, proyectaba un par de películas de Serie B dentro del fantastique, y aprovechaba el inevitable discurso post irónico para programar tal cine dentro de un cine a punto de derrumbarse.

Sí, hubo un problema. Esta iniciativa le pareció intolerable al Colectivo Todo Expertos en Pop de Madrid, asociación que agrupa a críticos, bloggers, DJ´s, cineastas y músicos, porque en la inauguración del evento, la plana mayor de sus representantes se quedó fuera tras haber esperado unas horas a la intemperie, mientras que delante de ellos se colaba por la cara un amplio surtido de modernikis, mariliendres, modelys, actores de la tele, o lo que viene siendo La Fauna de la Noche Actual Madrileña, para ver el clásico Demons. Los muchachos se indignaron de tal manera, que durante unas semanas estuvieron lanzando todo tipo de improperios contra los organizadores. Los organizadores, a su vez, aprovecharon el tirón de la escandalera y con su particular sentido del humor, decidieron dar más bolilla a la performance, y convertir todo esto del show del cine y las copas, más una foto de grupo en una revista y un video en Internet, en un interesante movimiento cultural: La Movida Post Windsor.

No entiendo lo que quiere decir MPW, salvo que se lo inventaron luego de la noche que se quemó la famosa torre de Azca, por lo que no puedo ofrecer a mis lectores una idea acerca de lo que va, lo que significa o lo que pretende. Bueno, lo que pretende sí. Sospecho que para ser de la MPW uno tiene que cumplir, además de otros rasgos distintivos como una imagen de súper-impacto y un modo de conducirse como un profesional del evento (mejor nocturno), con ser un artista versátil, heterogéneo, cargado de proyectos, multidisciplinar, de enorme sensibilidad artística, con una creatividad desbordante, capaz de cualquier cosa, sin miedo a meterse en terrenos desconocidos aunque no se tenga la más mínima idea, lo que otros ambientes menos abiertos considerarían tener la cara de cemento, y estar en completa sintonía con el estado de las cosas. Por ejemplo, un pedazo de un blogger-artista-del modelaje con varios proyectos en cine-post-zombi, tecno-e-literatura, música mp4, antimoda, juegos florales y simposiums retro-avant garde… Cualquier cosa de estas o todas a la vez. Un creador capaz de engañar a un mando de una institución oficial para colar una retrospectiva sobre el retrobizarrismo de la música de las comuniones o los precedentes del tebeo mangaka en unos dibujantes de la zona sur de la comunidad. El mismo que te vende una autoedición de la Historia de los Billares contada en DVD y luego se va de gira por varios pubs de pueblo con otro nombre artístico como DJ, pinchando mp3 de versiones raras de grupos tecnopop de por la zona de Levante, bajados de blogs extranjeros, a ver si cae por fin la subvención para el proyecto grande o el curro definitivo, una asesoría musical en una editorial grande. Resumiendo, un tipo de acción artística en la que prima por encima de todo el artista o personaje —sus trapitos, su look, que si enseña el coño o el culo, que si dice una imbecilidad en un congreso o protagoniza una acción, etc.— que lo que venga o no a hacer, en plan tipo obra, idea o cosa parecida.

Este es el tipo clásico del artista madrileño, prácticamente desde el siglo XVIII. No estoy hablando de creadores ni de talentos, sólo de gente del montón que en una noche te han montado su exposición de muñecos de plastilina para las jornadas Trans-Trash, y al otro día publican su catálogo sobre arquitectura psíquica, patrocinado por el ayuntamiento de Perales del Río, en el contexto de las Jornadas “Disturbing PsychoGeographic Experiencies in High Sierra”.

Es una institución en el terreno de la impostura y la inconsciencia como señas de identidad, este artistón de Madrid. Se trata de un fenómeno difícil de admirar en otros países, y por eso raras veces obtiene reconocimiento internacional, si son de este corte. Como mucho, una memoria siempre dentro del terreno humorístico o grotesco. Por un pequeño número de personajes talentosos, que tienen hasta ideas originales, y ya hablar de obra propia es cosa paranormal, hay cientos de los otros, de los de apellido rancio, que suena desde la era de los Episodios Nacionales y los enchufes decimonónicos, que salen invariablemente cada generación con una tontería que se les ha ocurrido a los pobres hijos para triunfar estrepitosamente en el mundo de la creación, de la fiesta y de la noche, que vendría a ser lo mismo.

No entiendo cómo a estas alturas no se le ha ocurrido todavía a ningún lumbreras de la Villa y Corte hacer una exposición sobre “Madrid y la Picaresca 1 en sus Artistas”.

1 Entiéndase picaresca “psicológica“, o mejor, la fórmula “inteligencia emocional. Para ser un artista de este palo, además de los atributos que he descrito, en la gran mayoría de los casos se necesita un origen socio-económico muy noble. O sea, que si Vd. viene del arroyo con ganas de comerse el mundo, una de dos, o posee una suerte sobrenatural o un físico extraordinario, en cuyo caso, sí podría comenzar su carrera con ciertas garantías. Pero si no tiene nada de lo anterior, hágase camello. Es la mejor manera de entrar en todos los ambientes y ya tendrá tiempo de colocar su obra. Quién sabe si de aquí a poco tiempo no termina siendo un módulo de FP.

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