¿Qué es lo que mantiene unida a la gente? La incomunicación. Imposible entender sus motivos, no los hay; simplemente se estorban entre ellos, les gusta complicarse la vida y complicársela también a los demás. Todo tiene que ser difícil, no pueden resolver nada con suavidad, delicadamente, con fluidez, dejándose llevar por la acción de un movimiento grácil y espontáneo. Centrémonos en uno solo de estos enanos (barbudos), jorobados, desconfiados, bizcos y estrábicos. Acumula datos (libros, películas, frases, etc.) para reafirmarse en la confusión, para reafirmarse en el error; es incapaz de distinguir lo que vale la pena de lo que no, no puede descartar nada porque no ve nada; descartar supondría renunciar a algo que, tal vez, pudiera merecer la pena. ¡Acaparador! ¡Chatarrero! ¡Y qué a gusto se deja asfixiar por la cultura que él mismo sustenta!
Retrato de una perra cualquiera: mírala, ¡se siente tan llena de confianza en sí misma! ¡La sociocultura le ha dado su aprobación! Al cumplir los quince, sus padres respiran tranquilos: la niña ha salido buena, tiene las tetas bien puestas, es alta (no alta, pero sí lo suficiente), los ojos así, los labios asá, camina como una princesita. ¡Podrá trabajar de modelo! Toda la familia aplaude. Pero, ¿para qué perder el tiempo en la pasarela? ¡Me dedicaré a gestionar mi vagina! Eso es lo que quiero ser de mayor: ¡gestora vaginal! Empezaré con la mía (será una empresa pequeña) y luego me iré expandiendo verticalmente y abriré delegaciones. Tendré hijas y aleccionaré a mis amigas: “¡Pon tu coño a trabajar! Para nosotras el sexo no es una vía de escape (como para esos cerdos machistas), ¡en nosotras el sexo es el único medio posible para llegar adonde queremos! ¡Nadie nos puede negar esto, solo las putas feministas, ensombrecidas y con el flujo agrio porque les ha tocado ser lo que defienden!”.
¡La cultura es un ladrillo arrojadizo! ¡No dejes que te lapiden a golpe de novelazo! ¡La filosofía es la masturbación estancada! El tito Adorno nos dice: “Hoy la novela se caracteriza por medio de una paradoja. Ya no se puede narrar, mientras que la forma de la novela exige narración”. ¡Mis textos se desquician con disciplina de hierro! No te preocupes, perra, está todo calculado; soy una parodia, en todas partes y a todas horas.